Del libro las tres caras de la mente…
La inteligencia Básica es estar consiente, es identificarse con, es utilizar las ondas del movimiento básico de la vida que están siempre sucediendo dentro de ti y a tu alrededor.
Es inteligencia Básica, el ser capaz de guiarte y salvarte, en pro de tu propia vida. Esta inteligencia se desarrolla por medio de seguir los ritmos o sea las ondas energéticas y básicas de tu vida. Entrar dentro del ritmo, seguir el ritmo, expandirse con él y contraerse con él. Cuando te separas o te sales del ritmo, lo esencial es guiarte de nuevo a él. Y es Inteligencia Básica acercarse y alejarse de lo que sea en la vida cuando nos interesa
El RITMO
La onda básica de la energía de la vida va siendo incorporada a distintos niveles de energía hasta que se vuelve obvia a nuestra percepción como ritmo.
Algunas veces el ritmo se forma en el espacio y tenemos las rutinas básicas de la vida, tales como las que suceden en el trabajo y en el hogar.
Otras veces el ritmo se incorpora a través del tiempo y nos da, por ejemplo, el ritmo de tomar nuestras comidas a una hora ya determinada. También a lo largo del tiempo, generación, tras generación, este ritmo se vuelve la experiencia que va conformando nuestros valores.
En algunos casos el ritmo se va metiendo dentro de nosotros químicamente y se vuelve nuestras adiciones químicas como el alcohol, las drogas o nuestras comidas
En otras oportunidades el ritmo se incorpora en la acción repetitiva del dar y recibir y así vamos formando nuestras profesiones y trabajos en el mundo.
También el ritmo puede ser incorporado en el reconocimiento de aspectos superiores, grandes maestros, bellos espacios, música, creación, palabras y practicas particulares y así llegamos a las ondas más finas de las manifestaciones artísticas y religiosas.
EL RITMO COMO SOLUCIÓN.
Siempre, en cualquier acción, el movimiento ondular de la vida esta presente como un ritmo básico.
Teniendo conciencia de este fenómeno del ritmo básico podemos tratar de entrar directamente dentro de ese ritmo para extenderlo de una manera orgánica.
Oímos el ritmo de la música y nos encanta. También disfrutamos los ritmos de los bailes y de los deportes. Sabemos el ritmo del corazón de la madre que arrulla al bebe o del ritmo de las mujeres trabajando la tierra, con el niño cargado en la espalda. Podemos engancharnos en los ritmos de las otras áreas más comunes de nuestras vidas, tales como el trabajo y el hogar
En resumen, es también una solución vivir el ritmo tal como se presenta en vez de desviar por medio de dudas, sentimientos o imágenes alternativas
El cerebro Básico requiere de ti la aceptación de la existencia. Esto significa no una aceptación mental, ni emocional, sino la aceptación física.
Esta aceptación sucede por medio de atender físicamente al hacer, ser activo, actuar, interactuar, adentrarte, aferrarte a algo o alguien. Lo más importante es tu comportamiento, tu acción, tu hacer.
Ahora, a pesar de que aun pienso, deseo, sueño y me disgusto, puedo gentilmente regresar mi cuerpo al trabajo y entrar en una energía neutra hasta que algo me engancha y sigo en ese ritmo. Y todo esto de una manera suave sin fuerza solo con la voluntad misma.
La clave más importante de este cerebro básico es guiarme gentilmente o seducirme