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Alzamos nuestras copas y celebramos no solo el cierre de un año, sino la promesa de un nuevo comienzo. El 2025 se asoma ante nosotros como una página en blanco, una oportunidad para trazar nuestras metas y compromisos. Permítanme compartir con ustedes una reflexión sobre la importancia de este proceso, y cómo podemos involucrar nuestras tres estructuras cerebrales para lograr un año verdaderamente transformador.
Sistema Reptil: Este sistema, la parte más antigua de nuestro cerebro, se encarga de nuestra supervivencia y está impulsado por instintos. Para establecer nuestros compromisos, es esencial apelar a esta parte primitiva, reconociendo nuestras motivaciones básicas. Piensen en lo que realmente desean alcanzar el próximo año. ¿Es la salud? ¿La seguridad financiera? Asegurémonos de que nuestras metas estén alineadas con nuestros instintos de supervivencia, creando un entorno que nos mantenga a salvo y motivados para seguir adelante.
Sistema Límbico: Esta esfera emocional nos conecta con nuestros sentimientos y nuestras relaciones. Al plantear nuestras metas, es fundamental que conectemos con nuestro \»por qué\». Pregúntense: ¿qué emociones quiero experimentar en el 2025? Tal vez quieran cultivar la felicidad, el amor o la satisfacción personal. Al vincular nuestras metas con emociones profundas, podemos generar un compromiso más sólido, transformando cada desafío en una oportunidad para crecer y conectar con los demás.
Neo corteza: Finalmente, nuestra parte más desarrollada, responsable del pensamiento lógico y la planificación. Aquí es donde trazamos el camino para lograr nuestras metas. Es el momento de diseñar un plan de acción concreto y establecer buenos hábitos. Fijen fechas, ajusten estrategias, y conviertan esas visiones emocionantes en pasos realizables. Recuerden que desarrollar hábitos positivos es como construir puentes hacia nuestros sueños; cada pequeño paso cuenta.
Así que, al entrar en este nuevo año, les invito a reflexionar sobre sus compromisos: ¡pausen, sientan y planifiquen! Involucren sus tres sistemas cerebrales en esta travesía hacia un 2025 lleno de felicidad y logros. Recuerden que el camino puede ser desafiante, pero con determinación y un enfoque equilibrado, lo podremos recorrer juntos.
¡Feliz Año Nuevo a todos! Que este 2025 sea un año de realización y plenitud.
Con aprecio, Jose Gregorio