El cerebro límbico también se le conoce como Cerebro Emocional o como Cerebro Mamífero, porque los mamíferos poseen una estructura similar, y se corresponde muy bien con el comportamiento de los animales mamíferos, por ejemplo: el comportamiento maternal, proteger y cuidar a las crías hasta que ellas puedan valerse por sí mismas.
Todo lo que ocurre en el medio exterior es procesado en nuestro cerebro límbico, antes de pasar al cerebro lógico o la neo corteza. dándole el matiz emocional al experimentarlo.
El cerebro límbico, activa el sistema emocional propiciando la motivación al logro, ya que trabaja con una serie de neuroquímicos que propician el impulso para dar órdenes al cerebro reptil de movilizarse para efectuar el deseo, o lo que queremos alcanzar.
Acá entramos en la Inteligencia Motivacional definida como la forma efectiva de alcanzar lo que nos mueve o motiva.
Cabe destacar, que la falla mayor de nuestra educación haya consistido en cultivar un solo sistema cerebral, la neo corteza y de ella, básicamente, un solo hemisferio, el izquierdo, y sus funciones racionales conscientes, descuidando la intuición y las funciones holistas y gestálticas del derecho, e igualmente, marginando la componente emotiva y afectiva y su importancia en el contexto general.
Mientras en un nivel llevamos una existencia que parece racional y cuerda, en otro nivel estamos viviendo una existencia rabiosa, competitiva, miedosa y destructiva. La armonía entre los tres sistemas cerebrales es fundamental.
Hemisferio izquierdo, derecho, sistema límbico y reptil, su equilibrio y sabia gerencia deberá ser un objetivo fundamental de nuestra educación moderna.