Buen día, amigos.
En mi último post, hablé sobre lo que pensamos y cómo nuestros pensamientos influyen en nuestra vida diaria. Muchos filósofos concuerdan en que somos lo que pensamos, y la mayoría sostiene que una persona que cultiva buenos pensamientos—positivos, alegres, alentadores—disfruta de una mejor salud mental. Por ello, los invito a mejorar su proceso de pensamiento y a enfocarse en las cosas útiles que les rodean y forman parte de su vida. Fomentemos un pensamiento crítico y constructivo, un pensamiento proactivo, abierto al momento presente, lleno de ánimo y esperanza. No dejemos espacio para la duda acerca del futuro ni del resultado de las cosas. Si algo no ha salido bien, es simplemente porque aún no ha terminado.
Hoy quiero hablarles sobre el sentir. Como sabemos, el sentir está en el núcleo del cerebro límbico, que considero el más importante en nuestras vidas. Este cerebro se encarga de las emociones, la memoria, la motivación y, en resumen, de nuestra salud.
Lamentablemente, este cerebro es a menudo el menos reconocido y explotado en nuestra sociedad, lo cual contribuye significativamente a los problemas que enfrentamos. La falta de conexión emocional, la ausencia de amor y la dificultad para relacionarnos con nosotros mismos y los demás son preocupantes. Vivimos en un mundo donde la mezquindad nos lleva a pensar que somos el centro del universo, ignorando el bienestar de nuestro prójimo. Como todos hemos podido observar, la vida es profundamente interconectada; lo que ocurre en un rincón del mundo tiene repercusiones en otros lugares, y lo que te acontece a ti afecta a tu círculo de influencia, a tu vecindario y a tu sociedad.
Busquemos activar ese cerebro límbico; aprendamos a acercarnos al otro sin prejuicios relacionados con el color, la raza o la religión. Construyamos puentes basados en lo que tenemos en común y no en nuestras diferencias. De esta manera, podremos aportar el grano de arena que nuestra sociedad necesita. Dejemos atrás el miedo y empecemos a humanizarnos. Hoy, más que nunca, el sentir es lo que nos distingue de los robots y de la inteligencia artificial. No perdamos el rumbo; pensemos menos y vivamos más intensamente. La vida no fue hecha solo para ser pensada, sino para ser vivida a plenitud.
Lo que sientes
Los sentimientos interpretan de manera consciente las emociones y crean el estado de ánimo que influencia cómo percibes la realidad que te rodea. A través de estos sentimientos, construyes tu propia realidad basándote en tus creencias y paradigmas. Existen filtros en tu cerebro que te permiten ver solo lo que realmente te interesa, por lo que es esencial gestionar tus sentimientos de forma consciente. De lo contrario, corres el riesgo de dejarte llevar por el cerebro reptiliano, lo que puede conducir al fracaso o la desilusión.
Es importante entender dos elementos en este proceso de sentir. Primero, los sentimientos. Podemos definir un sentimiento como una emoción que se ha hecho consciente; es la interpretación que das a una emoción. Los sentimientos están bajo tu control y puedes gestionarlos en cierta medida.
Por otro lado, la emoción es una reacción automática y física que experimentas instintivamente en situaciones específicas; simplemente surge. Lo crucial es que no puedes controlar la emoción en sí, pero sí puedes gestionar la respuesta que le das a esa emoción, ya sea positiva o negativa. Puedes aceptar y manejar esa emoción de manera que no afecte tu salud mental.
ejemplos de emociones agradables incluyen la alegría, euforia y triunfo, mientras que las emociones negativas abarcan el miedo, la ira, la rabia y la culpa. Ser emocionalmente inteligente implica reconocer y aceptar tus emociones, y aprender a vivir con ellas, aprovechando la situación sin dejarte atrapar por emociones desagradables. Como dice el refrán: \»A mal tiempo, buena cara\». Es importante ser proactivo; si sientes enojo, exprésalo, para que no quede atrapado dentro de ti. Del mismo modo, si sientes rabia o descontento, es vital dialogar y liberar esas emociones, ya que es ahí donde pueden volverse tóxicas.
En el ámbito de la salud emocional, la capacidad de expresar lo que sientes es un recurso invaluable. Muchas personas enfrentan el desafío de comunicar sus emociones de manera efectiva. Si te preguntas \»¿Cómo expreso lo que siento?\», estás en el lugar adecuado.
Aunque para muchos expresar sus sentimientos puede ser un reto, hacerlo es fundamental para mantener una buena salud emocional. Además, conlleva beneficios, como:
- Liberar la carga emocional.
- Fortalecer las relaciones interpersonales.
- Mejorar tu bienestar general.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud sostiene que aprender a manejar las emociones básicas y los sentimientos implica aprender a lidiar con el estrés, adaptarse a diversas situaciones y afrontar los desafíos de la vida diaria.
Frases de hoy
\»La ira, el resentimiento y los celos no cambian el corazón de los demás, solo cambian el tuyo.\» — Shannon L. Alder
\»Como seres humanos, todos deseamos ser felices y estar libres de desgracias. Todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es la paz interna. Los mayores obstáculos para la paz interna son las emociones perturbadoras, como el odio, el apego, el miedo y la desconfianza, mientras que el amor y la compasión son las fuentes de la paz y la felicidad.\» — Dalái Lama
En la última década, la ciencia ha descubierto el papel crucial que las emociones juegan en nuestras vidas. Los investigadores han encontrado que, incluso más que el coeficiente intelectual, la conciencia emocional y la habilidad para controlar sentimientos determinan nuestro éxito y felicidad en todos los ámbitos de la vida.