Un Viaje a través de la Autoconciencia y la Neurociencia

¡Buen día y feliz Día del Trabajador a todos los que visitan estas páginas en busca de una pausa para distraer esos pensamientos acelerados que nos invaden! Hoy quiero hablarles sobre nuestra mente, esa que a menudo se convierte en esclava de nuestros propios pensamientos.

Es fascinante cómo tenemos a nuestra disposición las herramientas necesarias para sanar. Me he dado cuenta de que muchos de mis escritos funcionan como terapias para mí. Al escribir, revivo partes de mi pasado, exploro mi historia y, a través de las letras, me descubro a mí mismo. A veces, incluso reconozco mis sombras y temores.

La poesía, las palabras y la reflexión son aliados poderosos que nos ayudan a sanar esas heridas que llevamos dentro. Entiendo que este es el objetivo de la labor de los psicólogos, pero creo que si comprendemos mejor nuestra mente y los tres cerebros que cohabitan en nosotros, podríamos comenzar a sanarnos por nuestra cuenta, sin depender tanto de visitas frecuentes al médico.

Los invito a explorar este camino juntos y a descubrir el poder transformador de la escritura y la autorreflexión. ¡Gracias por acompañarme en este viaje!

En este post les voy a hablar sobre los procesos que usualmente mezclamos: el de la sanación y el de la curación. Posteriormente en el siguiente post les hablaré del tema central que es el de nuestra mente como ayuda a la medicina.

La diferencia entre \»curar\» y \»sanar\» es un tema interesante que abarca tanto aspectos científicos como filosóficos.

Desde un enfoque médico:

1. Curar: Este término se refiere a la eliminación de una enfermedad o una condición patológica. La cura implica un tratamiento específico que aborda la causa subyacente de una enfermedad, como puede ser el uso de antibióticos para eliminar una infección bacteriana o la cirugía para extirpar un tumor. La curación se basa en evidencia científica y procedimientos médicos que buscan restablecer la salud física del paciente.

2. Sanar: La sanación es un proceso más amplio que no solo incluye la recuperación física, sino también el bienestar emocional, mental y espiritual del individuo. Sanar implica un enfoque holístico, donde el paciente puede encontrar paz y bienestar independientemente de su estado físico. Esto puede incluir terapias complementarias, cambios en el estilo de vida, apoyo psicológico y social, y el fortalecimiento de la resiliencia personal.

Desde una perspectiva filosófica:

– Curar puede verse como un acto técnico, donde el médico utiliza su conocimiento y habilidades para combatir una enfermedad. Este enfoque puede ser visto como una interacción mecánica entre el profesional de la salud y el paciente, donde la humanidad del paciente a veces queda en segundo plano.

– Sanar, en contraste, puede implicar un viaje existencial. Sanar es adoptar un proceso de transformación que puede incluir la aceptación de la enfermedad, la búsqueda de sentido y propósito, y el cultivo de la calidad de vida en medio del sufrimiento. Esto se relaciona con una visión más integral de la salud, donde el propósito de la vida y el bienestar emocional juegan un papel fundamental.

En resumen, la curación se relaciona con la eliminación de patologías y el retorno a un estado de salud biológica, mientras que la sanación se enfoca en el bienestar total del individuo, integrando los aspectos físicos, emocionales y trascendentales de la existencia. Ambos procesos son importantes y pueden complementarse en el tratamiento de cualquier condición de salud.

Frases para hoy:

La poesía sana el alma, la medicina repara el cuerpo

La poesía ilumina la mente, la medicina cuida el cuerpo