Las emociones se manifiestan por un programa de respuestas que se encuentran en la memoria emocional, éste está condicionado por el temperamento, más la información transmitida en la memoria genética (reptil- la cual perdura y es estable), la biografía personal (cerebro límbico- dimensión gravitacional de las experiencias vividas), y por las posibilidades de regulación de las mismas a través de los lóbulos pre frontales (inteligencia emocional) Dr. Hugo Marietan- Psiquiatra.
Como vemos, resulta imposible dimensionar una emoción, dado que lo que cada quién interpreta de su realidad y de determinada circunstancia, depende de lo que alberga en su memoria emocional conforme las circunstancias que la han moldeado.
O sea que, las emociones son estados afectivos configurados por la propia biografía, las mismas, ocasionan determinadas respuestas fisiológicas, neuro eléctricas, neuroendocrinas, etc.; y responden a un determinado “acontecer psíquico”, resultante de vivencias y acontecimientos que han dejado su huella en la memoria emocional. Estas impregnaciones, condicionan los distintos tipos de percepciones, motivaciones y conductas, etc.
El cerebro límbico, es el asiento de las respuestas afectivas, es el centro de la emotividad donde son procesadas y almacenadas las distintas respuestas afectivas y donde se registran las alegrías, penas, miedos, amarguras, angustia, etc.
Un determinado estado emocional negativo, perdurable en el tiempo, muy posiblemente, desencadene un cuadro de estrés, o un estado de ansiedad crónico; por lo que nuestro organismo activará en forma sistemática el modo supervivencia, sobre activando el Cerebro Límbico y el Reptil, esto ocasionará un desbalance pudiendo dar lugar a: depresión, ansiedad, angustia, fobias, ataques de pánico, inseguridad, miedos, irritabilidad, ira, hipersensibilidad, un estado alerta, etc., también respuestas físicas como taquicardia, hipertensión, falta de aire, disnea, cambios en la temperatura corporal, músculos tensionados, problemas digestivos, dolores abdominales, mareos, sensaciones de ahogo, etc.
Todo ello, inhibirá nuestras capacidades del Neocórtex-Lóbulos pre frontales, ocasionando, fallas en la atención, pérdida de memoria, falta de control, etc.