Controlando tu reptil

En la vida hay dos tipos de personas. Las que toman buenas decisiones día a día y las que no. Y para formar parte del primer grupo (que casualmente son las personas que pueden vivir su vida sin depender de dietas) es imprescindible entender esta pequeña historia que te voy a contar ahora.

Vas por una carretera estrecha. La típica carretera que va rodeando las montañas hasta  la cima. Miras a tu derecha y no ves más que vacío. Algo más de 300 metros de caída.  Aunque te das cuenta de que es mejor no mirar abajo

Todo depende del elefante en el que vas montado. Sí. Vas montado en un elefante.

De repente viene una curva muy cerrada a la izquierda y el elefante parece no girar. Parece ir directo hacia el precipicio. Por todos los medios intentas que tome la curva. Gritas, mueves los brazos, las piernas, le das golpes; todo lo necesario para no caer al  vacío. El miedo te paraliza y aceptas tu destino. Cedes tu suerte a la decisión del elefante

Y haces bien. Éste, con calma y tranquilidad toma la curva sin sobresaltos, y tu ruta por la montaña continúa. No era para tanto.  Lo realmente importante, y que quiero que entiendas, es que en ningún momento podrás controlar al elefante a base de fuerza. Simplemente no puedes. Es mucho más grande que tú y mucho más fuerte además.

¿Qué quiero decir con este ejemplo. Así es  como funciona tu mente:

El elefante representa tu mente primitiva, automática, emocional o subconsciente. El cerebro reptiliano. Se mueve por impulsos, es ‘adicta’ a la dopamina, es decir, le gusta la gratificación inmediata (comer chocolate por ejemplo). Te da una fuente de placer en el momento, aunque te perjudique a largo plazo.

Al fin y al cabo es el encargado de tu supervivencia (por eso en la historia anterior no dejará que caigas por el precipicio), y entiende que el azúcar es esencial para que sigas con vida, así que si te gustan los dulces, tranquilo, es parte de la evolución 😉

El jinete representa tu mente ‘moderna’, lógica o consciente. El Neocortex.

El jinete es el planificador. Tiene una visión a más largo plazo. Fija objetivos. Sabe la mayoría de las veces cual es el camino por el que debería llevar al elefante. Pero también, la mayoría de las veces, no sabe llevarlo por el camino correcto.

Y claro, ahora viene el problema: El jinete (parte lógica) NUNCA podrá controlar al elefante (parte emocional). Podrá dirigirlo, pero NO podrá controlarlo. Cuando el elefante desea algo, simplemente será demasiado para el jinete.

Quiero que a partir de ahora pienses en tu mente así. Como si estuviera dividida en 2 partes (ya hablaremos del cerebro límbico para otro momento):

La parte instintiva o cerebro primitivo/reptiliano, que es donde realmente tomas tus decisiones (el elefante) y la parte lógica, o ‘cerebro moderno’, que se encarga de dar razones lógicas a tus decisiones (el jinete). O sea, racionalización: Tú tomas tus decisiones a nivel emocional y las justificas a nivel racional.

Entender este concepto te hará muchísimo más fácil poder vivir feliz ya que te será mucho más fácil no dejarte llevar por tus instintos animales y poder evitar esas tentaciones que tanto te (nos) gustan, pero que en el fondo no son nada saludables. (ese bollo a media mañana, esa pizza congelada, ese paquete de galletas, ¿me entiendes verdad? 😉 )

También te será mucho más fácil ir a entrenar, y todas esas excusas que nos ponemos, ya no serán tan útiles.

Además es un concepto que te ayudará a mejorar en el resto de áreas de tu vida.

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