Toda la vida hemos venido dibujando conclusiones y emitiendo pensamientos acerca de la sociedad y el mundo tomando como referencia nuestros sentidos, principalmente los ojos y los oídos.

Hoy en día sabemos que estos sentidos  presentan limitaciones y que no todo lo que miramos y oímos es la pura verdad. Cada persona tiene sus propios filtros y cuando nos enfocamos en una cosa, cada uno la ve de diferente manera.

Y que pasa con nuestras otras aperturas o sentidos. Estos sentidos que se asocian con el cerebro limbico y reptil. La boca, la nariz y los genitales. Estos que nos permiten sentir en vez de pensar. Es hora de empezar a sentir y abrir nuestro cumulo de emociones y sentimientos al mundo.

La nariz esta conectada al cerebro limbico a través de los bulbos olfatorios, la boca esta conectada a el a través de la Amígdala y los genitales a través de la región Septal. Lo que afecta la química de este cerebro y nuestros estados de animo es lo que ponemos en estas tres aperturas. Por otra parte tenemos la piel, la apertura al sistema reptil. La piel no es solo un cobertor para nuestro cuerpo, es mas apropiado verla como nuestro interfase o intermediario  con el mundo. Los poros permiten que la energía entre en este cerebro profundo.

La falta de capacidad para orquestar estas cuatro aperturas de manera satisfactoria, es lo que esta causando tres de los grandes problemas de nuestra sociedad de hoy: el problema de la droga, el problema del consumo de alcohol y el problema del SIDA.

Es tiempo ya de ver mas allá de nuestros ojos y oídos y empezar a desarrollar nuestras otras aperturas y conectarnos con el mundo.

Referencia Libro las tres caras de la mente