En el vasto y asombroso universo de la biología humana, existe una verdad revolucionaria: somos las únicas criaturas en la Tierra capaces de transformar nuestra biología a través de nuestros pensamientos y emociones. La neurociencia ha demostrado que nuestras células están en un constante estado de observación y respuesta a lo que pensamos y sentimos. Esto significa que, de forma activa, nuestros estados mentales influyen en nuestra salud física.

Un ataque de depresión, por ejemplo, puede ser devastador para nuestro sistema inmunológico, debilitando nuestras defensas ante enfermedades. Por el contrario, cultivar la serenidad y la alegría no solo fortalece nuestra salud, sino que puede alargar nuestra vida. Estudios han mostrado que las personas que practican la gratitud, la meditación y la atención plena tienden a tener menos enfermedades crónicas y mejor bienestar general.

Lo fascinante es que incluso el simple recuerdo de una situación negativa puede activar en nuestro cuerpo la misma respuesta hormonal del estrés, desencadenando un ciclo de reacciones bioquímicas que afectan nuestra salud. Este fenómeno tiene implicaciones profundas: nuestras células metabolizan nuestras experiencias y las convierten en realidad física, a menudo sin que lo percibamos. Así, la producción de neurotransmisores se altera, fluctuando nuestros niveles hormonales y afectando la calidad de nuestro sueño. Las lágrimas que derramamos pueden contener diferentes trazas químicas dependiendo de su origen emocional: la tristeza y la alegría tienen firmes huellas en nuestra bioquímica.

El conocimiento de cómo nuestras emociones y pensamientos afectan nuestra fisiología nos brinda un gran poder. Cuando encontramos la tranquilidad y el equilibrio emocional, no solo mejoramos nuestro perfil bioquímico, sino que incluso podemos ralentizar el proceso de envejecimiento día a día. Shakespeare, a través de su personaje Próspero en \»La Tempestad\», tocó este tema al decir: \»Nosotros estamos hechos de la misma materia que los sueños\». Aquí resuena una verdad fundamental: somos la manifestación de nuestros sueños, pensamientos y emociones.

¿Quieres saber cómo está tu cuerpo hoy? Reflexiona sobre lo que pensaste y sentiste ayer. El autoconocimiento es la primera etapa hacia la transformación. ¿Te gustaría prever cómo estará tu cuerpo mañana? Observa tus pensamientos y emociones hoy. La claridad mental y la conciencia emocional son herramientas poderosas que puedes usar para sanar y revitalizar tu ser.

Abre tu corazón y tu mente; no dejes que un cirujano lo haga por ti. La medicina está dentro de ti, esperando ser utilizada. La enfermedad a menudo surge de nuestras propias actitudes y creencias, y es fundamental tomar responsabilidad consciente de nuestra salud.

Recuerda: no somos lo que creemos ser, sino lo que pensamos y sentimos sin saberlo. La esencia de nuestro ser no se limita a lo que percibimos superficialmente, sino que se encuentra en lo profundo de nuestras emociones y pensamientos.

¡Te invito a un nuevo despertar! Este es el momento de tomar la responsabilidad de tu salud y bienestar. La clave está en tu interior, y es hora de que la descubras y la utilices para vivir plenamente. Con cada pensamiento positivo y emoción constructiva, estás escribiendo la narrativa de tu propia vida. ¡Tu mejor versión te está esperando!

Pon en práctica a tus tres cerebros, no dejes que le que lleve el paso sea el más primitivo, el de los instintos. Actúa y da tiempo a que los otros dos entren en la conversación. La razón y la emoción deben estar siempre presentes. No somos monos, somos seres humanos emocionales. A controlarnos y a vivir plenamente

frases para hoy: La actitud positiva genera bienestar y felicidad

Siembra buena vibras, cosecharás, buena salud

Mantén la armonía en tus tres cerebros y florecerás