Buenos días
Quiero recomendarles a comer menos PAN. Si, esos pensamientos negativos que llegan a nuestra cabeza con mucha frecuencia para quedarse allí, anidando y causando problemas de salud.
Para muchas personas, controlar el flujo de sus pensamientos resulta esencial para salir de episodios de ansiedad, y esto tiene una explicación sencilla que se divide en dos razones principales: una de índole endocrinológica y otra de tipo conductual. Aunque al principio estos términos pueden parecer complejos, a continuación, se presentan de manera más accesible.
Nuestro cerebro, sorprendentemente, no distingue si aquello que imaginamos es real o ficticio. Supongamos que comenzamos a imaginar una discusión con nuestro jefe: \»Si él me dice esto, yo le contestaré aquello\». Nuestro cuerpo reacciona como si realmente estuviéramos en medio de una confrontación. Las emociones se alteran, la respiración se acelera y la ira surge como si estuviéramos viviendo el evento, aunque en realidad solo esté en nuestra mente.
A lo largo del día, cuando repetimos mentalmente situaciones similares una y otra vez, nuestro cuerpo responde químicamente a esos pensamientos, independientemente de su veracidad. Además, nuestra conducta se ve afectada, lo que muestra cómo nos comportamos de acuerdo con esos pensamientos. Estar sumido en estas imaginaciones nos hace más susceptibles a irritarnos; cualquier comentario puede desatar un estallido emocional. Obviamente, si pasamos el día imaginando peleas, estamos predispuestos a estar a la defensiva.
La buena noticia es que existe una solución, aunque no es mágica. Requiere de práctica y entrenamiento. Aquí te presento el primer paso: Debemos fortalecer nuestra corteza prefrontal, la parte del cerebro encargada de la toma de decisiones y de la atención. Debemos entrenar nuestra capacidad de identificar un pensamiento, apartarlo y continuar con lo que estamos haciendo.
Cuando te veas atrapado en pensamientos de pelea, de catástrofes, o creas que algo terrible va a suceder, recuerda que solo son pensamientos. Debemos seguir adelante. Para comenzar con este entrenamiento, selecciona una actividad diaria y rutinaria: cepillarte los dientes, lavar los platos, cocinar, lo que prefieras. Durante esta actividad, intenta identificar los pensamientos que te surgen. No te detengas en ellos ni te enganches; simplemente reconócelos. Cuando surja un pensamiento catastrófico, recuerda que un pensamiento no es la realidad y vuelve a enfocarte en la tarea.
Al principio, puede que esta práctica sea desafiante. Los pensamientos han alterado la química cerebral y se vuelven muy persistentes. Sin embargo, si logras identificar los pensamientos mientras realizas una actividad rutinaria, estarás fortaleciendo esa parte del cerebro que ayuda a manejar los pensamientos rumiantes. Al igual que en el gimnasio, donde ejercitas un músculo para hacerlo crecer, este entrenamiento mental fortalecerá tu capacidad para reconocer y apartar pensamientos indeseados.
De esta manera, cuando enfrentes un episodio de ansiedad y pienses que algo terrible va a ocurrir, podrás identificar el pensamiento, apartarlo y continuar con tu actividad. Guarda este capítulo y recuérdalo cada vez que sientas que tus pensamientos están tomando un rumbo no deseado. Revisa este material siempre que lo necesites, como referencia para continuar tu entrenamiento.
Frases del día:
«Si te das cuenta de lo poderosos que son tus pensamientos, nunca pensarías en un pensamiento negativo». Peace Pilgrim.
«Aprende a perdonar a los demás para que puedas liberarte de los cautivos pensamientos negativos que te rodean». Stephen Richards.