Evolución de los tres cerebros

Buenos días a todos

Quiero compartir con ustedes una reseña cronológica de la formación a través de un proceso evolutivo de las tres estructuras cerebrales. Los cerebros primitivos: el reptil y el límbico y luego la neo corteza:

Desde hace aproximadamente 500 millones de años, el cerebro ha experimentado una evolución notable, adaptándose a los desafíos y oportunidades que presenta la transición de la vida en el agua a la vida en la tierra. Este capítulo explorará la evolución del cerebro a través de las grandes etapas de desarrollo, interrelacionando el surgimiento del cerebro primitivo, reptil, el cerebro mamífero o límbico, y culminando con la aparición de la neo corteza.

Cerebro Primitivo: El Cerebro Reptil (500 millones de años atrás)

La historia comienza en el Paleozoico, cuando los primeros vertebrados comenzaron a emerger. Los ancestros de los reptiles desarrollaron un sistema nervioso central rudimentario, conocido como el cerebro reptil. Este cerebro estaba principalmente constituido por tres estructuras fundamentales: el cerebro anterior, el tálamo y el tronco encefálico. La función de este cerebro primitivo era básica, pero primordial: regular funciones vitales como el sueño, la alimentación y la respuesta al miedo. Este sistema era suficiente para asegurar la supervivencia al permitir respuestas rápidas a los peligros del entorno.

Cerebro Mamífero: El Cerebro Límbico (hace aproximadamente 200 millones de años)

Con la aparición de los mamíferos hace aproximadamente 200 millones de años, la evolución del cerebro dio un paso significativo hacia adelante. Los mamíferos desarrollaron un cerebro límbico, que se sitúa en el interior del cerebro primitivo. Este sistema no solo conservaba las funciones básicas del cerebro reptil, sino que también incorporaba emociones más complejas y la capacidad de formar vínculos. El cerebro límbico incluye estructuras como la amígdala y el hipocampo, que están involucradas en la regulación de las emociones, la memoria y el aprendizaje. Esta nueva capacidad para relacionarse emocionalmente con otros seres y aprender de experiencias aumentó la complejidad social de los mamíferos y su habilidad de adaptarse a diferentes entornos.

Durante esta etapa nació el concepto de familia. Recuerden que los reptiles ponían sus huevos y no atendía a sus criaturas, las que sobrevivían estaban por sí solos sin la ayuda de sus progenitores. Con la entrada del cerebro mamífero, las madres y padres se quedaban para atender a sus hijos. El ser humanos, uno de los pocos que requiere de la atención al nacer, de lo contrario perecería.

Neocórtex: La Capa Superior (hace aproximadamente 60 millones de años)

El siguiente gran avance se dio hace unos 60 millones de años, con la evolución de la neo corteza. Esta estructura evolucionó a partir del cerebro límbico y representa una de las capas más complejas del cerebro, especialmente desarrollada en los mamíferos superiores, particularmente en primates y seres humanos. La neo corteza permite un nivel de pensamiento más sofisticado y abstracto. Es responsable de funciones avanzadas como el razonamiento, la planificación, el lenguaje y la autoconciencia. Esta capa cerebral es lo que nos permite enfrentar desafíos complejos, adaptarnos a entornos cambiantes y desarrollar culturas y sociedades.

Un Viaje de Adaptación y Complejidad

A través de los millones de años, la evolución del cerebro ha sido un viaje de adaptación y complejidad. Desde los instintos básicos de supervivencia del cerebro reptil hasta las complejas interacciones sociales y cognitivas que posibilita la neo corteza, cada etapa refleja la necesidad de los organismos de sobrevivir y prosperar en entornos siempre cambiantes. La conexión entre emoción y razón se hace cada vez más evidente en esta evolución; nuestras experiencias emocionales guían nuestras decisiones, mientras que la capacidad de razonar nos permite reflexionar sobre esas emociones y tomar decisiones más informadas.

Así, la historia del cerebro es también la historia de nuestra especie. Un viaje que sigue en desarrollo, a medida que enfrentamos nuevos retos y descubrimientos en el presente y el futuro.

La frase de hoy:

«Han sido la “perseverancia y el optimismo. Nunca se jubiló. El cuerpo se arruga”, comentaba, pero no el cerebro. Y la inacción, el desencanto, la desmotivación, arrugan el cerebro». Rita Levi-Montalcini.

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